Sin duda una de las sorpresas más gratas de ésta campaña electoral peruana ha sido el colectivo NO A KEIKO creado en Facebook hace ya un tiempo, pero que tomó fuerza durante el proceso electoral.
Como era de esperar la iniciativa llegó a distintos rincones del mundo en donde había algún peruano indignado con la posibilidad del regreso de la mafia fujimorista al poder. España no fue la excepción: No a Keiko - España.
Al poco tiempo de creada la página, sus componentes, empezamos a contactar entre nosotros. Así los de Madrid nos juntamos con los de Madrid, los de Barcelona con los de Barcelona...etc.
Los compas de Barcelona decidieron realizar un lavado de banderas. El acto simbólico por excelencia durante el fin de la dictadura. A los que vivimos en Madrid nos pareció buena idea, y nos juntamos. Tal vez en ese momento no imaginàbamos que ese encuentro sería el comienzo de una andadura que tiene toda la pinta de ser duradera.
El día elegido fue un jueves. Fuimos 5 personas en mi casa. Hablamos de todo, sobre todo de nosotros y pese a nuestras diferencias puntuales supimos que nos unía algo que va más allá de cualquier dogmatismo ideológico. La justicia, la libertad, el arte, el amor por el prójimo son sin duda lazos que tienen mucha màs fuerza que cualquier diferencia. Así nació LLUMPAY. Lo que al principio sería una coordinación para un acto simbólico, concreto, puntual, se convirtió en un colectivo de peruanos que ahora, casi 3 semanas después , pretende difundir la cultura y la historia de nuestro país.
Qué irónico que el miedo haya propiciado algo, sin duda, tan prometedor. LLumpay se siente con la responsabilidad, como colectivo de peruanos, de reinvindicar lo nuestro para todo el mundo, pero sobre todo para los nuestros.
Como era de esperar la iniciativa llegó a distintos rincones del mundo en donde había algún peruano indignado con la posibilidad del regreso de la mafia fujimorista al poder. España no fue la excepción: No a Keiko - España.
Al poco tiempo de creada la página, sus componentes, empezamos a contactar entre nosotros. Así los de Madrid nos juntamos con los de Madrid, los de Barcelona con los de Barcelona...etc.
Los compas de Barcelona decidieron realizar un lavado de banderas. El acto simbólico por excelencia durante el fin de la dictadura. A los que vivimos en Madrid nos pareció buena idea, y nos juntamos. Tal vez en ese momento no imaginàbamos que ese encuentro sería el comienzo de una andadura que tiene toda la pinta de ser duradera.
El día elegido fue un jueves. Fuimos 5 personas en mi casa. Hablamos de todo, sobre todo de nosotros y pese a nuestras diferencias puntuales supimos que nos unía algo que va más allá de cualquier dogmatismo ideológico. La justicia, la libertad, el arte, el amor por el prójimo son sin duda lazos que tienen mucha màs fuerza que cualquier diferencia. Así nació LLUMPAY. Lo que al principio sería una coordinación para un acto simbólico, concreto, puntual, se convirtió en un colectivo de peruanos que ahora, casi 3 semanas después , pretende difundir la cultura y la historia de nuestro país.
Qué irónico que el miedo haya propiciado algo, sin duda, tan prometedor. LLumpay se siente con la responsabilidad, como colectivo de peruanos, de reinvindicar lo nuestro para todo el mundo, pero sobre todo para los nuestros.
Ser inmigrante es difícil, pero ser inmigrante sin pasado es peor aún. Sin pasado cultural, político, histórico.
Por eso LLumpay, y por eso ya no somos sólo 5, sino màs compañeros los que sentimos esa necesidad de difusión. Ya no sólo se trata de luchar por el cuidado y la radicalización de nuestra democracia, que tambièn, sino de llevar la cultura popular peruana a donde, aquí en Madrid, no llega.
Y todo esto en medio del ambiente de rebeldía que se respira en España. Sin duda las acampadas nos van enseñando fórmulas de organización democrática, las cuales sin duda servirán para que el colectivo sea lo más plural y democrático posible.
Nos queda harto camino, por lo pronto ayudar a que Ollanta Humala gane las elecciones en Madrid, tarea super difícil pero no imposible, y luego concretar nuestras ideas y marcar un camino para lograr nuestros objetivos.
Y todo esto en medio del ambiente de rebeldía que se respira en España. Sin duda las acampadas nos van enseñando fórmulas de organización democrática, las cuales sin duda servirán para que el colectivo sea lo más plural y democrático posible.
Nos queda harto camino, por lo pronto ayudar a que Ollanta Humala gane las elecciones en Madrid, tarea super difícil pero no imposible, y luego concretar nuestras ideas y marcar un camino para lograr nuestros objetivos.
Nació LLumpay y lo hizo para quedarse.
José Alberto Reaño - Colectivo Llumpay
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