Tierra y Libertad Francia presenta el documental Operación Diablo

Proyección del documental Operación Diablo este 25 de Noviembre en París. Documental que ganó el premio en el Festival de "Cine por la Paz" Cinema for Peace, Berlin 2011, categoría DDHH.

10 Estrategias de Manipulación mediática

El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios

Tierra y Libertad Perú

Somos un movimiento político peruano que cree en la transformación social desde los movimientos sociales.

martes, 26 de julio de 2011

La minería en el Perú: Una actividad controvertida




EL BOOM MINERO


Fue gracias a las leyes e incentivos dados a la minería en 1992 por el gobierno de Alberto Fujimori que en el periodo 2007-2011 las exportaciones del sector primario llegaron a constituir en promedio el 70% de todas las exportaciones y han hecho que el Perú sea el principal productor de oro de América Latina. Las concesiones mineras se extienden por todo el país llegando (en junio de 2011) a constituir más de 24 millones de hás. El gobierno celebra que las inversiones mineras previstas para los próximos años serán de más de 42 mil millones de dólares. Regiones donde se ubican las operaciones mineras han comenzado a recibir importantes transferencias monetarias como parte del impuesto a la renta que recauda el gobierno central. Desarrollo de infraestructura vial y ampliación de las redes de aprovisionamiento eléctrica se promueven y amplían en diversas regiones del país facilitando una mayor expansión de las actividades mineras. La publicidad minera y gubernamental señala que el Perú saldrá de la pobreza gracias al boom minero.

SIN EMBARGO, NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO


A nivel ambiental. Tanto la gran minería moderna como la pequeña minería vienen causando enormes daños ambientales. En la Oroya donde opera la minera Doe Run de Canadá ha contaminado con plomo a más del 90% de los niños de la localidad. En el puerto del Callao, por donde salen los minerales fuera del país, se ha contaminado a centenares de niños con particulado de plomo. En Cajamarca, Yanacocha, la mina de oro más grande América Latina contaminó en el año 2000 a más de un millar de campesinos con mercurio metálico. La Minera Southern ha contaminado la bahía de Ite en el mar de Moquegua y en la región de Tacna ha agotado las aguas subterráneas, debiendo el gobierno regional dictar normas de veda de uso de agua. En Madre de Dios, lo que comenzó como minería artesanal, hoy es una minería de gran escala que extrae oro con dragas de los ríos y deforesta miles de hectáreas amazónicas virtiendo además miles de kilogramos mercurio. Dieciséis de los 53 ríos de la costa están contaminados por actividades mineras y el inventario de pasivos ambientales, que aún no concluye; ha identificado ya 551 de ellos.

A nivel social. Aunque la minería moderna desata grandes expectativas laborales, lo cierto es que por su alta tecnificación, genera pocos puestos de trabajo (1.5% de la PEA nacional), la que además está sometida a mecanismos de terciarización que recortan al máximo los derechos de los trabajadores. En cambio, la pequeña minería genera muchos más puestos de trabajo pero en condiciones infrahumanas, explotando mano de obra infantil, sin norma alguna de seguridad, evadiendo impuestos, contrabandeando insumos. Las pequeñas economías locales experimentan subidas de precios debido a que el reducido sector empleado en la gran minería suele tener ingresos económicos más altos que el promedio local, con lo cual los costos de vivienda, alimentación, educación suben ahondándose las brechas de desigualdad.

El crecimiento económico basado en los ingresos de las exportaciones mineras que no contienen valor agregado hace que la economía se vuelva dependiente de las variaciones de precios de los metales en el mercado internacional y que por tanto sea extremadamente vulnerable. Tributariamente, pese a que en esta etapa se experimenta un ciclo internacional prolongado de precios altos de los metales, las empresas mineras se niegan a hacer aportes fiscales adicionales apelando para ello a sus contratos de estabilidad jurídica. Del lado gubernamental se ha optado por promover la minería ya que ésta les permite soporte económico en el corto plazo para realizar obras de infraestructura o desarrollar políticas sociales clientelistas cuando no, porque el flujo inmenso de inversiones abre el paso para el entramado de corrupción que ha llegado a constituirse en uno de los mayores problemas del país. No es extraño pues que en Perú la minería sea la mayor fuente de conflictividad social y que temas como centrales como consulta a los pueblos, mejores controles ambientales y planificación territorial sean puestos de lado lo cual viene generando el rechazo de las poblaciones afectadas por las actividades mineras y especialmente de los pueblos indígenas que son los que más desprotegidos tienen sus derechos.

Por Marco Arana, líder de tierra y Libertad

jueves, 21 de julio de 2011

Invocación al próximo Gobierno Peruano a priorizar educación en Pueblos Indígenas

Ante deficiencias comprobadas en el curso de una investigación, la Defensoría del Pueblo advierte que los estudiantes indígenas no acceden a una educación intercultural bilingüe de calidad.


“Los niños, niñas y adolescentes indígenas, tanto de la Amazonía como de la zona andina, no están recibiendo una educación intercultural bilingüe de calidad, lo cual constituye un serio problema en el ámbito educativo de nuestro país”, afirmó el Defensor del Pueblo, Eduardo Vega Luna, durante la presentación del Informe Defensorías denominado “Aportes para una Política Nacional de Educación Intercultural Bilingüe a favor de los pueblos indígenas del Perú”.


Vega Luna manifestó que se calcula que los niños y niñas indígenas en el Perú -entre los 3 y 17 años- son aproxiomadamente 1 millón. Estos niños y niñas -cuya lengua materna es indígena tienen derecho a la Educación Intercultural Bilingüe. Sin embargo, la supervisión realizada da cuenta de la problemática de inequidad y abandono educativo en que se encuentran los pueblos indígenas. Por ello, la Defensoría del Pueblo invoca al próximo gobierno a aprobar e implementar, efectivamente, un nuevo Plan Nacional de Educación Intercultural Bilingüe, así como a ejecutar una política en esta materia, que tenga en cuenta los tres niveles de educación: Inicial, Primaria y Secundaria, especialmente en el ámbito rural.Después de señalar que las recomendaciones que contiene el informe constituyen un insumo útil para mejorar la educación en el país, Vega Luna subrayó que “la disparidad en materia educativa no se podrá resolver sin la voluntad política respecto de aumentar significativamente la inversión en la educación de los pueblos indígenas y, al mismo tiempo, no será posible mejorar la calidad educativa si no se aplica la interculturalidad como un enfoque central en la gestión pública del Sector Educación”.


Por su lado, Alicia Abanto, Jefa del Programa de Pueblos Indígenas de la Defensoría del Pueblo, sostuvo que en el curso de la investigación previa al informe se descubrieron diversas deficiencias en la gestión de las entidades del Sector Educación. Además, se refirió a la insuficiente formación de docentes bilingües y a las limitaciones en la capacitación de los que están en servicio, así como a la contratación o reasignación de docentes castellano-hablantes en plazas bilingües sin cumplir con los procedimientos establecidos.


Abanto agregó que en la supervisión se observó que aún es escaso el material educativo dirigido a los pueblos amazónicos y que el desempeño de la Dirección General de Educación Intercultural Bilingüe y Rural (Digeibir) del Ministerio de Educación es deficitario. La funcionaria agregó que los procesos de diversificación curricular en muchos casos están descontextualizados del ámbito local y la supervisión de la labor pedagógica es inadecuada pues es realizada por docentes sin especialización en Educación Intercultural Bilingüe (EIB).


“El Estado debe incrementar la formación de docentes especializados en educación intercultural bilingüe, especialmente en las regiones que lo necesitan. Es importante que se modifiquen las normas sobre los procesos de contratación y reasignación de docentes, a fin de que se designe a profesores que conozcan la lengua y la cultura del pueblo indígena y, ala vez, tengan formación o especialización en EIB”, afirmó Abanto.
La funcionaria de la Defensoría del Pueblo no olvidó señalar que se requiere fortalecer la institucionalidad y la gestión de la Dirección General Intercultural Bilingüe y Rural (Digeibir) del Ministerio de Educación, para que cumpla con sus funciones, establecidas en beneficio de la población.

miércoles, 20 de julio de 2011

Operación Diablo en Madrid - 23 de Julio

Presentación del documental peruano "Operación Diablo" este sábado 23 de Julio organizado por el movimiento peruano Tierra y Libertad comité Madrid.



El Padre Marco Arana, un párroco de los Andes peruanos está siendo vigilado. Una compañia de seguridad filma y fotografía cada movimiento del sacerdote y sus seguidores; los detallados reportes de los espías están bajo el nombre clave de "Operación Diablo". Por más de una década, el sacerdote y su grupo de activistas han defendido a las comunidades campesinas contra los abusos de los poderosos. Quienes le vigilan le han puesto el apodo de "El Diablo". Seguimos al Padre Marco en este documental de suspenso político y misterio en un territorio dominado por la corporación aurífera más grande de Sudamérica. Este real y escalofriante relato expone la nueva ola de persecución enfrentada por los defensores de derechos humanos en Latinoamérica.

El documental ha ganado sendos premios en distintos festivales internacionales como el Festival de Cine por la Paz de Berlín.


Marx Madera - sábado 23 de Julio - 19:30 hrs


Calle Madera, 9 Bajo dcha - Madrid (Metro Callao - Metro Noviciado)

jueves, 14 de julio de 2011

La crisis ideológica del Capitalismo occidental

Por Joseph Stiglitz - Premio Nobel de Economía


Tan sólo unos años atrás, una poderosa ideología –la creencia en los mercados libres y sin restricciones– llevó al mundo al borde de la ruina. Incluso en sus días de apogeo, desde principios de los años 80 hasta el año 2007, el capitalismo desrregulado al estilo estadounidense trajo mayor bienestar material sólo para los más ricos en el país más rico del mundo. De hecho, a lo largo de los 30 años de ascenso de esta ideología, la mayoría de los estadounidenses vieron que sus ingresos declinaban o se estancaban año tras año.


Es más, el crecimiento de la producción en los Estados Unidos no fue económicamente sostenible. Con tanto del ingreso nacional de los EEUU yendo destinado para tan pocos, el crecimiento sólo podía continuar a través del consumo financiado por una creciente acumulación de la deuda.
Yo estaba entre aquellos que esperaban que, de alguna manera, la crisis financiera pudiera enseñar a los estadounidenses (y a otros) una lección acerca de la necesidad de mayor igualdad, una regulación más fuerte y mejor equilibrio entre el mercado y el gobierno. Desgraciadamente, ese no ha sido el caso. Al contrario, un resurgimiento de la economía de la derecha, impulsado, como siempre, por ideologías e intereses especiales, una vez más amenaza a la economía mundial –o al menos a las economías de Europa y América, donde estas ideas continúan floreciendo.
En los EEUU, este resurgimiento de la derecha, cuyos partidarios, evidentemente, pretenden derogar las leyes básicas de las matemáticas y la economía, amenaza con obligar a una moratoria de la deuda nacional. Si el Congreso ordena gastos que superan a los ingresos, habrá un déficit, y ese déficit debe ser financiado. En vez de equilibrar cuidadosamente los beneficios de cada programa de gasto público con los costos de aumentar los impuestos para financiar dichos beneficios, la derecha busca utilizar un pesado martillo –no permitir que la deuda nacional se incremente, lo que fuerza a los gastos a limitarse a los impuestos.


Esto deja abierta la interrogante sobre qué gastos obtienen prioridad –y si los gastos para pagar intereses sobre la deuda nacional no la obtienen, una moratoria es inevitable. Además, recortar los gastos ahora, en medio de una crisis en curso provocada por la ideología de libre mercado, simple e inevitablemente sólo prolongaría la recesión.


Hace una década, en medio de un auge económico, los EEUU enfrentaba un superávit tan grande que amenazó con eliminar la deuda nacional. Incosteables reducciones de impuestos y guerras, una recesión importante y crecientes costos de atención de salud –impulsados en parte por el compromiso de la administración de George W. Bush de otorgar a las compañías farmacéuticas rienda suelta en la fijación de precios, incluso con dinero del gobierno en juego– rápidamente transformaron un enorme superávit en déficits récord en tiempos de paz.

Los remedios para el déficit de EEUU surgen inmediatamente de este diagnóstico: se debe poner a los Estados Unidos a trabajar mediante el estímulo de la economía; se debe poner fin a las guerras sin sentido; controlar los costos militares y de drogas; y aumentar impuestos, al menos a los más ricos. Pero, la derecha no quiere saber nada de esto, y en lugar de ello, está presionando para obtener aún más reducciones de impuestos para las corporaciones y los ricos, junto con los recortes de gastos en inversiones y protección social que ponen el futuro de la economía de los EEUU en peligro y que destruyen lo que queda del contrato social. Mientras tanto, el sector financiero de EEUU ha estado presionando fuertemente para liberarse de las regulaciones, de modo que pueda volver a sus anteriores formas desastrosas y despreocupadas de proceder.
Pero las cosas están un poco mejor en Europa. Mientras Grecia y otros países enfrentan crisis, la medicina en boga consiste simplemente en paquetes de austeridad y privatización desgastados por el tiempo, los cuales meramente dejarán a los países que los adoptan más pobres y vulnerables. Esta medicina fracasó en el Este de Asia, América Latina, y en otros lugares, y fracasará también en Europa en esta ronda. De hecho, ya ha fracasado en Irlanda, Letonia y Grecia.

Hay una alternativa: una estrategia de crecimiento económico apoyada por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

El crecimiento restauraría la confianza de que Grecia podría reembolsar sus deudas, haciendo que las tasas de interés bajen y dejando más espacio fiscal para más inversiones que propicien el crecimiento. El crecimiento por sí mismo aumenta los ingresos por impuestos y reduce la necesidad de gastos sociales, como ser las prestaciones de desempleo. Además, la confianza que esto engendra conduce aún a más crecimiento.

Lamentablemente, los mercados financieros y los economistas de derecha han entendido el problema exactamente al revés: ellos creen que la austeridad produce confianza, y que la confianza produce crecimiento. Pero la austeridad socava el crecimiento, empeorando la situación fiscal del gobierno, o al menos produciendo menos mejoras que las prometidas por los promotores de la austeridad. En ambos casos, se socava la confianza y una espiral descendente se pone en marcha.

¿Realmente necesitamos otro experimento costoso con ideas que han fracasado repetidamente? No deberíamos, y sin embargo, parece cada vez más que vamos a tener que soportar otro. Un fracaso en Europa o en Estados Unidos para volver al crecimiento sólido sería malo para la economía mundial. Un fracaso en ambos lugares sería desastroso –incluso si los principales países emergentes hubieran logrado un crecimiento auto-sostenible. Lamentablemente, a menos que prevalezcan las mentes sabias, este es el camino al cual el mundo se dirige.


[Fuente: Globedia]

viernes, 1 de julio de 2011

No es Grecia. Es el capitalismo



Los medios, las consultoras, los economistas, los bancos de inversión, los presidentes de los bancos centrales, los ministros de hacienda, los gobernantes no hacen otra cosa que hablar de “la crisis griega”. Ante tanta vocinglería mal intencionada es oportuno parafrasear aquella frase de campaña de Bill Clinton para decir e insistir que la crisis es del capitalismo, no de Grecia. Que este país es uno de los eslabones más débiles de la cadena imperialista y que es a causa de ello que por allí hacen eclosión las contradicciones que lo están carcomiendo irremisiblemente.


La alarma de los capitalistas, justificada sin dudas, es que el derrumbe de Grecia puede arrastrar a otros países como España, Irlanda, Portugal y comprometer muy seriamente la estabilidad económica y política de las principales potencias de la Unión Europea. Según informa la prensa financiera internacional, representativa de los intereses de la “comunidad de negocios” (léase: los gigantescos oligopolios que controlan la economía mundial) la resistencia popular a las brutales medidas de austeridad propuestas por el ex presidente de la Internacional Socialista y actual primer ministro griego, Georgios Andreas Papandreu, amenazan con arrojar por la borda todos los estériles esfuerzos hasta ahora realizados para paliar la crisis. La zozobra cunde en el patronato ante las dificultades con que tropieza Atenas para imponer las brutales políticas exigidas por sus supuestos salvadores. Con toda razón y justicia los trabajadores no quieren hacerse cargo de una crisis provocada por los tahúres de las finanzas, y la amenaza de un enorme estallido social, que podría reverberar por toda Europa, tiene paralizada a las dirigencias griega y europea.


La inyección de fondos otorgada por el Banco Central Europeo, el FMI y los principales países de la zona euro no han hecho sino agravar la crisis y fomentar los movimientos especulativos del capital financiero. El resultado más visible ha sido acrecentar la exposición de los bancos europeos ante lo que ya aparece como un inevitable default griego. Las conocidas recetas del FMI, el BM y el Banco Central Europeo: reducción de sueldos y jubilaciones, despidos masivos de empleados públicos, remate de empresas estatales y desregulación de los mercados para atraer inversiones han surtido los mismos efectos padecidos por varios países de América Latina, notablemente la Argentina. Parecería que el curso de los acontecimientos en Grecia se encamina hacia un estrepitoso derrumbe como el que conocieran los argentinos en diciembre del 2001. Dejando de lado algunas obvias diferencias hay demasiadas semejanzas que abonan este pronóstico. El proyecto económico es el mismo, el neoliberalismo y sus políticas de shock ; los actores principales son los mismos: el FMI y los perros guardianes del imperialismo a escala global; los ganadores son los mismos: el capital concentrado y muy especialmente la banca y las finanzas; los perdedores son también los mismos: los asalariados, los trabajadores y los sectores populares; y la resistencia social a esas políticas tiene la misma fuerza que supo tener en la Argentina. Es difícil imaginar un soft landing, un aterrizaje suave, de esta crisis. Lo previsible y lo más probable es precisamente lo contrario, tal como ocurrió en el país sudamericano.


Claro que a diferencia de la crisis argentina, la griega está destinada a tener un impacto global incomparablemente mayor. Por eso el mundo de los negocios contempla con horror el posible “contagio” de la crisis y sus devastadores efectos entre los países del capitalismo metropolitano. Se estima que la deuda pública griega asciende a 486.000 millones de dólares y que representa un 165 % del PIB de ese país. Pero tal cosa ocurre en una región, la “eurozona” en donde el endeudamiento ya asciende al 120 % del PIB de los países del euro, con casos como Alemania con un 143 %, Francia, 188 % y Gran Bretaña con el 398 %. No debe olvidarse, además, que la deuda pública de Estados Unidos ya asciende al cien por ciento de su PBI. En una palabra: el corazón del capitalismo global está gravemente enfermo. Por contraposición la deuda pública china en relación a su gigantesco PBI es de apenas el 7 %, la de Corea del Sur 25 % y la de Vietnam 34 %. Hay un momento en que la economía, que siempre es política, se transforma en matemática y los números cantan. Y la melodía que entonan dicen que aquellos países están al borde de un abismo y que su situación es insostenible. La deuda griega -exitosamente disimulada en su gestación y desarrollo gracias a colusión criminal de intereses entre el gobierno conservador griego de Kostas Karamanlis y el banco de inversión favorito de la Casa Blanca, Goldman Sachs- fue financiada por muchos bancos, principalmente en Alemania y, en menor medida, Francia. Ahora son acreedores de papeles de una deuda que la calificadora de riesgo Standard & Poor's (S&P) calificó con la peor nota del mundo: CCC, es decir, tienen acreencias sobre un deudor insolvente y que no tiene condiciones de pagar. En igual o peor posición se encuentra el ultraneoliberal Banco Central Europeo, razón por la cual un default griego tendría consecuencias cataclísmicas para este verdadero ministro de finanzas de la Unión Europea, situado al margen de cualquier control democrático. Las pérdidas que originaría la bancarrota griega no sólo comprometería a los bancos expuestos sino también a los países en problemas, como España, Irlanda, Italia y Portugal, que tendrían que afrontar el pago de intereses mucho más elevados que los actuales para equilibrar sus deterioradas finanzas. No hace falta mucho esfuerzo para imaginar lo que sucedería si se produjese, como se teme, una cesación unilateral de pagos griega, cuyo primer impacto daría en la línea de flotación de la locomotora europea, Alemania.


Los problemas de la crisis griega (y europea) son de origen estructural. No se deben a errores o a percances inesperados sino que expresan la clase de resultados previsibles y esperables cuando la especulación y el parasitismo rentístico asumen el puesto de comando del proceso de acumulación de capital. Por algo en el fragor de la Gran Depresión de los años treintas John Maynard Keynes recomendaba, en su célebre Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero, practicar la eutanasia del rentista como condición indispensable para garantizar el crecimiento económico y reducir las fluctuaciones cíclicas endémicas en el capitalismo. Su consejo fue desoído y hoy son aquellos sectores los que detentan la hegemonía capitalista, con las consecuencias por todos conocidas. Comentando sobre esta crisis el Istvan Meszaros decía hace pocos días que “una crisis estructural requiere soluciones estructurales”, algo que quienes están administrando la crisis rechazan terminantemente. Pretenden curar a un enfermo en gravísimo estado con aspirinas. Es el capitalismo el que está en crisis y para salir de ella se torna imprescindible salir del capitalismo, superar cuanto antes un sistema perverso que conduce a la humanidad al holocausto en medio de enormes sufrimientos y una depredación medioambiental sin precedentes. Por eso la mal llamada "crisis griega" no es tal; es, en cambio, el síntoma más agudo de la crisis general del capitalismo, esa que los medios de comunicación de la burguesía y el imperialismo aseguran desde hace tres años que ya está en vías de superación, pese a que las cosas están cada vez peor. El pueblo griego, con su firme resistencia, demuestra estar dispuesto a acabar con un sistema que ya es inviable no en el largo sino en el mediano plazo. Habrá que acompañarlo en su lucha y organizar la solidaridad internacional para tratar de evitar la feroz represión de que es objeto, método predilecto del capital para solucionar los problemas que crea su desorbitada voracidad.


Tal vez Grecia, que hace más de dos mil quinientos años inventó la filosofía, la democracia, el teatro, la tragedia y tantas otras cosas, pueda volver sobre sus fueros e inventar la revolución anticapitalista del siglo veintiuno. La humanidad le estaría profundamente agradecida.




Por Atilio A. Boron


Fuente : Rebelión

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