lunes, 26 de septiembre de 2011

Un cura contra la minera más grande del mundo


Marco Arana es muchas cosas a la vez. Es un sacerdote destituido de manera indefinida por supuestamente haber 'ofendido' al cardenal peruano Juan Luis Cipriani tras una disputa pública sobre temas políticos en 2009. Es además, el líder del movimiento político Tierra y Libertad y un ambientalista muy reconocido.
Es por su defensa del medioambiente que Arana es víctima de amenazas, difamaciones y recientemente de un atentado. El jueves (15.09.11) Arana estaba viajando junto a otras personas de Cajamarca a la región vecina de Piura cuando de pronto tuvieron que parar porque la pista estaba bloqueada por piedras grandes. De pronto, según el relato de Arana, se acercó al vehículo un grupo de campesinos para pedirles su identificación.
"Los campesinos que nos pararon tenían una lista impresa con mi nombre. ¡Si los campesinos no tienen computadoras! No descarto que sean sicarios", cuenta desde Lima Arana [a ELMUNDO.es en una entrevista telefónica]. Los supuestos campesinos los dejaron ir, pero 40 minutos de camino después comenzaron los problemas.
"Encontramos dos filas de piedras grandes que bloqueaban la vía. Tuvieron que ser movidas por al menos tres personas. Apenas nos detuvimos unas personas comenzaron a lanzar rocas desde el cerro", relata Arana. Las lunas del vehículo fueron rotas por las pedradas y Arana y su gente se vieron obligados a regresar por donde vinieron después de escuchar disparos al aire. "Nos gritaban que querían trabajo e inversión. Ese es el discurso de los campesinos que han sido ganados por las empresas mineras".
Todo esto pasó un día después de una denuncia que hizo Arana en los medios locales de Cajamarca, región de la sierra norte de Perú, sobre un convenio 'secreto' entre Yanacocha, la segunda mina de oro más grande del mundo, y Sedacaj, la empresa que brinda los servicios de agua potable en esa región. La denuncia generó tal escándalo que al día siguiente renuncio todo el directorio de Sedacaj.
En el polémico convenio, hay una cláusula de confidencialidad que Arana la califica como un "compromiso de sujeción". En ella, Sedacaj, la empresa pública de agua, no puede entregar información pública sin permiso de Yanacocha, que desde que comenzó a operar en Cajamarca en los años 90 ha transformado la vida de todos los cajamarquinos.


Yanacoha es propiedad 'Newmont Mining Corporation', la compañía minera más grande del mundo, que tiene el 51% de las acciones. El resto de las acciones se lo dividen el Banco Mundial que tiene el 5% y la minera Buenaventura, que es la compañía peruana más grande en ese rubro.
Lo que ocurre en Cajamarca es una pelea entre el oro y el agua, y Arana representa al sector que prefiere escoger el agua. Desde hace varios años Yanacocha destruyó las fuentes naturales de agua. La laguna Yanacocha, de la que la empresa minera tomó el nombre, ya no existe. Según Arana, la minera no sólo ha destruido las fuentes naturales de agua y sino que ha modificado las quebradas. Ahora, el abastecimiento del agua viene de unas bombas y no de una fuente natural.
El agua que bombea la empresa es el agua que usa Yanacocha en su proceso minero, cuenta Arana, la cual está contaminada con metales pesados. Esa agua es luego tratada para que vuelva a los niveles que exige la ley. Luego, el líquido elemento es enviado al río para ser enviado a la planta de tratamiento El Milagro que es la que usa la ciudad. Los costos de tratamiento de esa agua han subido, porque ya no reciben tratamiento bacteriológico sino también tratamiento químico. Ese costo lo están pagando ahora los usuarios y no la empresa como debería ser.
Esta pelea de David contra Goliat ha llegado a las primeras planas de los diarios peruanos y recientemente se conoció que los teléfonos de Arana estaban intervenidos por 'Business Track', la empresa involucrada en el escándalo de escuchas telefónicas más grande del gobierno de Alan García y que ahora es parte de un mega juicio de corrupción.

El cerro Quilish y 'Operación Diablo'


El cerro Quilish es quizá el símbolo de la lucha del agua entre los pobladores y la minera Yanacocha. Este lugar es donde nacen las fuentes de agua de Cajamarca y es al mismo una reserva de al menos 4,2 millones de onzas de oro. Por ese motivo 'Newmont Mining Corporation', dueña de Yanacocha, le ha puesto el ojo y está haciendo todo lo posible para explotarlo.
Desde 2002, en Cajamarca existe una ordenanza que protege a las fuentes de agua. Lo que hizo la minera fue enjuiciar a la municipalidad porque la ordenanza priva el derecho al trabajo y a la inversión. En esa ocasión dos jueces de Cajamarca decidieron que cuando hay un conflicto entre el interés privado y el público, debe primar el interés público. Sin embargo, Newmont no se dio por vencida y elevó su reclamo al Tribunal Constitucional que, según Arana, dio una sentencia ambigua que dice que el cerro Quilish no puede ser explotado sin el consentimiento de la municipalidad.
"Esto ha llevado a Yanacocha a apoyar a candidatos que están a favor de la explotación del cerro. Además, tanto el gobierno regional como el local no han inscrito al cerro Quilish como área protegida", afirma Arana. A esto se suma que en 2009, el Gobierno de Alan García promulgó una ley que prohíbe a los municipios registrar las áreas protegidas, esto con el fin de evitar la protección de las fuentes de agua.
"Estamos luchando para que esa norma se derogue", dice Arana con su voz serena. Este ex sacerdote que algunos medios califican como 'el cura antiminero' ha sido objeto de un documental llamado 'Operación Diablo' que este año ganó el premio 'The International Human Rights Film Award', otorgado por la fundación 'Cinema for Peace' de Alemania.


'Operación Diablo' narra la persecución y el espionaje contra Marco Arana por parte de una poderosa minera. El nombre del documental se debe a que Arana es llamado 'El Diablo' por quienes lo siguen y espían.
El gravamen a las mineras no es suficiente
Para Arana, el nuevo gravamen de 1.000 millones de dólares al año a las mineras es un avance, pero no es suficiente. El monto es seis veces más de lo que pudo conseguir Alan García en su Gobierno.
"Las mineras obtendrán beneficios este año de unos 26.000 millones de nuevos soles (unos 9.500 millones de dólares). Este gravamen es menos del 12% de esa cantidad. Pudo conseguirse mucho más", opina Arana quien precisa que el gravamen se dará sólo por los cinco años del gobierno de Humala y si los precios están altos.
Arana también critica el hecho de que el ministro de Economía peruano ya anunció que van a rebajar el canon minero que reciben las regiones. "Esta norma debió discutirse con los gobiernos locales y no se ha hecho. Además, este dinero se anunció que se va a usar sólo en infraestructura.



¿Cuánto de ese dinero se usará para mejorar la gestión ambiental de las mineras?", pregunta Arana.






Fuente : Diario El Mundo (ES)

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